martes, 9 de noviembre de 2010

Energia Nuclear en Argentina

Aspesctos èticos y econòmicos en el uso de la Energìa Nuclear  

La terapia génica incluye un conjunto de estrategias cuya particularidad radica en el empleo del material genético, hoy mejor conocido que décadas atrás, con una finalidad terapéutica.
Podemos suponer que algún día todas o casi todas las enfermedades podrán ser combatidas de este modo, e incluso prevenidas (por algo la genética médica es, cada vez con mayor elocuencia, una disciplina predictiva).
Su eventual aplicabilidad a todas o casi todas las áreas de la patología se fundamenta en el hecho de que los mecanismos de producción de enfermedad siempre implican la conjunción de factores genéticos y ambientales interactuando dinámicamente en función del tiempo. Por consiguiente, podemos modificar unos u otros o ambos para restablecer la salud.
Tal vez el hecho ético primigenio (aunque no el único) consista en que por primera vez, en el laboratorio, el hombre ha sido capaz de sortear las barreras interes-pecíficas. Así, se ha hecho posible recurrir al cruzamiento interespecífico en el marco de un programa tendiente a beneficiar la salud humana.

La República Argentina ha retomado la senda de crecimiento
económico, lo que implica el aumento de requerimientos
energéticos para satisfacer las necesidades de la
industria y del comercio, y la demanda per capita de los
ciudadanos en pos de una mejor calidad de vida.
El ingreso por habitante, después de muchos años de
altibajos, ha superado todos los valores históricos, como
bien se puede apreciar en el gráfico de página 13, donde se
toma como base 100 el año 1980.
Por otra parte, en el mundo existe lo que se define como
una electrificación de los consumos finales, es decir, un
paulatino reemplazo de los combustibles fósiles por energía
eléctrica en los usos finales (electrificación parcial de usos
residenciales como acondicionamiento de aire, cocción,
diversos usos industriales/comerciales y en transporte).

 Debido a las grandes
distancias entre las regiones donde se encuentran las
principales centrales hidroeléctricas (Comahue y Noreste) y
las regiones donde se concentra la demanda eléctrica
(Buenos Aires y Rosario), se requiere de un amplio y complejo
sistema de transporte y distribución de energía eléctrica,
con más de 9000 km de líneas de alta tensión (500 kV).
Al superponer las dimensiones del sistema eléctrico
argentino en un mapa de Europa, respetando la escala, se
observa que éste se extiende desde Madrid (Comahue)
hasta Edimburgo (El Bracho, en el NOA) y Copenhague
(Yacyretá). Cuando esté completa la línea de alta tensión
que integrará la Patagonia al Sistema Interconectado
Nacional, se llegará a una extensión que incluiría además
el norte de África.

se analizan las particularidades de cada fuente de
generación de energía eléctrica se encuentra que en el
diseño de un sistema de generación se debe considerar:
La disponibilidad de las centrales hidroeléctricas y los
ciclos hidrológicos que afectan a su generación.
Se puede apreciar en el gráfico siguiente la baja disponibilidad
promedio de la generación hidroeléctrica de nuestro
país (entre otras fuentes de generación eléctrica) y los
ciclos hidrológicos que afectan a su generación.
Observaciones: los factores de carga están calculados
como la generación real anual dividida por la generación
teórica (potencia de la máquina por las 8760 horas del
año). Son equivalentes a la disponibilidad.
En el caso de la generación térmica, donde el despacho
de cargas retira de servicio máquinas cuando le sobra energía,
esto no se cumple y la disponibilidad real es superior
al factor de carga indicado en el gráfico.
Para la generación eólica los factores de carga graficados
(equivalentes a su disponibilidad) corresponden al periodo
1996 y 2005.

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